sábado, 22 de diciembre de 2012

¿Porqué lloramos con las cebollas?



   Se acercan fechas de comidas y por lo tanto de pasar horas en la cocina y toda ayuda es poca.
           
  No sé por qué extraña razón (supongo que influirá mi habilidad innata) siempre me asignan el pelar y picar cebolla. 

Y la verdad es que, modestia aparte, se me da bastante bien, hasta que empiezo a llorar.

Y ahí es donde mi curiosidad me llevó a buscar cual es el motivo de que lloremos cuando cortamos cebollas.

Las cebollas tiene multitud de compuestos azufrados y entre ellos uno en especial que recibe el siguiente nombre: 

trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteina sulfóxido (que trabalenguas, verdad)

Cuando pelamos o cortamos cebolla, rompemos las células liberándose una enzima llamada amilasa que reacciona con éste compuesto azufrado de nombre tan complicado

Esa reacción con la enzima produce entre otros compuesto una sustancia volátil que se llama propanotial.
Sí, ya sé que estoy poniendo demasiado nombres químicos, pero prometo que ya llego al final.

Pues bien, éste compuesto volátil puede llegar (y de hecho llega) a nuestro ojos. Allí, con la humedad del ojo, el producto se descompone entre otras cosas en ácido sulfúrico (sí habéis leído bien, el ácido que hay en las baterías) que es el que nos produce la irritación y sensación de picor. 

El ojo en un acto reflejo de defensa genera lágrimas para diluir y por lo tanto contrarrestar el efecto del ácido. ¡Y ahí nos tenéis a todos llorando como magdalenas! Curioso, ¿verdad?


¿Y que podemos hacer para evitar esto?

Bueno, os voy a proponer varias soluciones para dejar de llorar. Sí, ya sé que alguno con la excusa de que no paran de llorar se escaquean de tener que estar en la cocina, así que si eres uno/a de los aludidos no sigas leyendo y todo solucionado.
  •  Una de las opciones más efectivas es ponerte una máscara antigás. Ésta opción la recomiendo sí te encuentras solo/a en casa, mas que nada por evitar comentarios ofensivos. Ah!!!, y asegúrate de tener la cortina de la cocina echada, no sea cosa que te vea la vecina de enfrente y tu reputación vecinal disminuya varios puntos.
  • Una opción menos aparatosa pero igual de ridícula es ponerte una gafas de bucear (poco recomendable)
  • Si hay corriente de aire, ponte a cortar cebollas a favor de la corriente. Como la sustancia irritante es volátil, la corriente de aire se la llevará antes de llegar a los ojos. También sirve montar un ventilador!
  • Derivado del anterior es soplar o silbar mientras cortamos ya que generaremos una corriente que alejará el producto volátil de nosotros. (Cuidadín con hiperventilar que no queda muy bien desmayarse en la cocina).

Soluciones un poco más serias:
  • Humedecer el cuchillo con agua frecuentemente: Si el filo del cuchillo está humedecido, el producto volátil reaccionará con el agua y no nos llegará a los ojos.
  • Sumergir en el agua frecuentemente la cebolla. Por el mismo motivo que he explicado antes.
  • Minutos antes de cortar la cebolla ponerla en la nevera o congelador. La enzima que hemos comentado antes ralentiza su acción  a bajas temperaturas y por lo tanto no se liberarán tantos vapores irritantes.
Pues nada, ya sabéis lo que hay que hacer para evitar los abundantes lagrimeos culinarios. Aunque me sé más de uno/a que ocultará está información los más lejos posible de su pareja y poder seguir excusándose que lo pasa mal cortando y pelando cebollas.



miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Por qué pican las ortigas?

Hace unos días me puse a quitar las malas hierbas que hay en la terraza.

Había numerosas ortigas y no veáis lo que pican!!! En eso que me he acordado de algo que me decía mi padre de pequeño

Si coges una ortiga, no respires mientras la tengas en la mano y no te picará

Y cierto, si contienes la respiración mientras la tocas, no pican. Así que con la curiosidad que me caracteriza (no se si buena o mala) he buscado por la red a ver que explicación se dá.